Seguramente conocerás los nombres de grandes inventores como Johannes Gutenberg, Thomas Alva Edison, Nikola Tesla o Leonardo da Vinci. Hoy queremos viajar siglos atrás y reivindicar el papel de todos los grandes creadores que, con su gran ingenio, contribuyeron a mejorar las vidas de las personas con movilidad reducida.
La investigadora Kay Nias, especializada en historia de la fisioterapia, indagó en la historia de la silla de ruedas para el Museo de Ciencias de Londres y hemos decidido compartir su interesante aportación.
Se desconoce cuándo se inventó la primera silla de ruedas, pero hay algunas inscripciones en piedra de la antigua China y Grecia que datan del siglo VI d.C. y mencionan que, por entonces, había muebles similares.
No obstante, está documentado que un inventor anónimo elaboró una silla de ruedas para el rey Felipe II de España en el año 1595, ya que el monarca tenía problemas para caminar por la gota. Dicha silla tenía un tapizado de felpa y cuatro ruedas pequeñas, por lo que era empujada por un sirviente.
En 1655, el relojero alemán Stephan Farffler creó la primera silla de ruedas autopropulsada. El inventor se fracturó la espalda cuando era niño y tenía problemas de movilidad, así que decidió aplicar sus habilidades mecánicas para construir un vehículo que le ayudase a desplazarse. La estructura de su silla se componía de un armazón con tres ruedas que funcionaba a través de un sistema de engranajes y manivelas.
Fue a partir de la segunda mitad del siglo XVIII cuando se produjeron relevantes mejoras en las sillas de ruedas. En Bath, al suroeste de Inglaterra, se elaboraron variedad de diseños para atender las demandas de sus visitantes. La ciudad era un destino famoso por sus balnearios y fisioterapias, por lo que atraía a personas con discapacidad de toda Europa.
La silla de baño inventada por John Dawson en 1783 se hizo bastante popular y se convirtió en uno de los medios de transporte favoritos de las personas adineradas con movilidad reducida.
En el siglo XIX se inventaron las llantas de empuje traseras para conseguir que los usuarios tuvieran más independencia y facilidad para maniobrar. Posteriormente, en el año 1930 los ingenieros estadounidenses Harry Jennings y Herbert Everest desarrollaron la silla de ruedas plegable cuando este último tuvo un accidente en la mina. Su gran éxito comercial perdura hasta hoy.
El inventor canadiense George Klein y su equipo de ingenieros inventaron años después la primera silla de ruedas eléctrica con la finalidad de ayudar a muchos soldados supervivientes de la Segunda Guerra Mundial.
Con el tiempo se fueron utilizando materiales más livianos como el titanio y el aluminio. Asimismo, se fabricaron modelos adaptados para hacer deporte, como la ‘Shadow Racer’, diseñada por Jim Martinson, un veterano de la Guerra de Vietnam que perdió ambas piernas.
Las sillas salvaescaleras
Algunos historiadores dicen que el primer salvaescaleras fue utilizado por Enrique VIII de Inglaterra en el siglo XVI. El rey se había caído de un caballo y se transportaba por las escaleras a través de una enorme silla que funcionaba con un sistema de cuerdas.
No obstante, su popularización se dio a partir de 1920 en Estados Unidos. La empresa Inclinator Company of America produjo y comercializó los primeros salvaescaleras. Por su parte, la compañía Stannah fue la primera en fabricarlos en Reino Unido y en instalarlos en España.
Las muletas
Antiguas tallas en tumbas egipcias del año 2830 a.C. muestran a figuras con bastones similares a las muletas que existen actualmente, por lo que se conoce que han ayudado durante milenios a la movilidad.
Se conocen otras representaciones. El Bosco dibujó algo similar a un andador en sus pinturas. Asimismo, un bordado del siglo XVI en el museo de la Burrell Collection muestra un andador con ruedas.
También sabemos que en la literatura popular a principios siglo XIX se describía a personajes que las utilizaban. Por ejemplo, el Pequeño Tim en el Cuento de Navidad de Charles Dickens.
Las primeras muletas tenían forma de “T” y estaban elaboradas con madera. Poco a poco, su diseño pasó a tener forma de “V”, pues contarían con soporte para las axilas y empuñadura.
Las muletas con apoyo en el antebrazo serían patentadas en 1917 por el ingeniero francés Emile Schlicke. Después de la Primera Guerra Mundial, este diseño tendría una gran demanda.
Años más tarde, Anders R Lofstrand Jr hizo que los ejes inferiores y el antebrazo fueran ajustables. Así pues, el diseñador Thomas Fetterman, que utilizó muletas después de tener la polio en 1953, también hizo una importante contribución y les incorporó pies de goma.
Después de viajar con nosotros al pasado, te invitamos a que eches un vistazo al futuro de la accesibilidad.
Fuentes: Science Museum, Stannah, ThoughtCo, Essentialaids.com, BBC, Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU
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