Según un estudio de la Fundación Adecco, 6 de cada 10 personas con movilidad reducida dejará de viajar este verano por falta de servicios e instalaciones accesibles.
Este 60% de personas con discapacidad ha descartado visitar destinos de vacaciones que le resultaban de interés, pero cuyos problemas de accesibilidad (transporte, hoteles, etc.) les impedían disfrutarlos con normalidad.
Dentro de este mismo estudio se indica que un 25% de las personas con movilidad reducida invierte más de 4.000 euros anuales en viajes, porcentaje que podría incrementarse si se ofreciera más oferta turística accesible.
Según Enrique Rovira-Beleta, arquitecto con discapacidad: “la accesibilidad es un gran negocio turístico que no se está aprovechando, pues si viaja una persona con discapacidad, posiblemente lo haga toda su familia, lo que aumentaría los beneficios económicos de las empresas turísticas, que podrían generar más empleos”.
Además, Rovira-Beleta manifiesta que “en la mayoría de los establecimientos hoteleros, únicamente se dispone de las habitaciones accesibles que obliga la normativa, las cuales, por un tema de actitud, están ubicadas en los espacios menos atractivos: son interiores, lejanas y no se utilizan con normalidad, al haber realizado unas actuaciones de accesibilidad demasiado evidentes y especiales, y no disponer de accesibilidad desapercibida”.
Oportunidades perdidas: movilidad reducida y turismo senior
Según la Red Española de Turismo Accesible, el 70% de los ciudadanos europeos con algún tipo de discapacidad tiene posibilidades económicas para viajar. Teniendo en cuenta que suelen hacerlo acompañados de familiares y amigos, el potencial del turismo accesible asciende a 58,11 millones de viajeros.
Sin embargo, es un potencial que no se está aprovechando, debido a la accesibilidad insuficiente. El 85% de las personas con movilidad reducida considera insuficiente la oferta de turismo accesible. Además, este verano, 6 de cada 10 dejará de viajar a ciertos destinos que le resultaban de interés, debido a la falta de servicios e instalaciones accesibles.
Pero además, la ausencia de accesibilidad también puede repercutir negativamente en el turismo senior, que tanta importancia está adquiriendo en los últimos años.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “potenciar la accesibilidad es estratégico para nuestra economía, en un contexto en el que nuestro país está en récord de envejecimiento, con una proporción de 116 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 (casi el doble que en 1990). La mayor inversión en accesibilidad promueve el turismo senior y éste a su vez, un descenso en los niveles de estacionalidad (los jubilados viajan fuera de temporada), que no sólo supone unos ingresos extra para el sector, sino que posibilita la permanencia de puestos de trabajo, el mantenimiento de las cotizaciones salariales y el ahorro de subsidios de desempleo”.
La accesibilidad también promovería el turismo senior, que tanta importancia está adquiriendo en los últimos años. En una sociedad que ha alcanzado su récord de envejecimiento, las personas mayores demandan seguridad y comodidad en todas sus actividades.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, “El turismo senior está resultando clave para nuestra economía. El descenso en los niveles de estacionalidad (viajan fuera de temporada) no sólo supone unos ingresos extra para el sector, sino que posibilita la permanencia de puestos de trabajo, el mantenimiento de las cotizaciones salariales y el ahorro de subsidios de desempleo”.
2017 ha sido declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, con el objetivo de sensibilizar acerca de la contribución del turismo sostenible al desarrollo. En palabras de Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, “con más de mil millones de turistas internacionales viajando por el mundo, el turismo se ha convertido en una poderosa fuerza transformadora que tiene una influencia decisiva en la vida de millones de personas. El turismo es uno de los principales sectores de generación de empleo en el mundo, ofreciendo importantes oportunidades de subsistencia y contribuyendo a aliviar la pobreza e impulsar el desarrollo inclusivo”.
Dada la importancia del sector turístico en la actualidad, como motor de acercamiento entre culturas y fomento del respeto y la tolerancia, la Fundación Adecco ha analizado si se trata de una actividad inclusiva para las personas con discapacidad, concretamente aquéllas que tienen discapacidad física y/o problemas de desplazamiento. Para ello, ha realizado una encuesta interna a personas con movilidad reducida.
Accesibilidad: un gran negocio turístico
Según Rovira-Beleta: “la accesibilidad es un gran negocio turístico que no se está aprovechando, pues si viaja una persona con discapacidad, posiblemente lo haga toda su familia, lo que aumentaría los beneficios económicos de las empresas turísticas, que podrían generar más empleos”.
Y aunque reconoce el valor de las normativas de accesibilidad vigentes en todas las Comunidades Autónomas, destaca que: “en la inmensa mayoría de actuaciones de accesibilidad fallan los detalles. Por ejemplo, en los establecimientos hoteleros, únicamente se dispone de las habitaciones accesibles que obliga la normativa, las cuales, por un tema de actitud, están ubicadas en los espacios menos atractivos: son interiores, lejanas y no se utilizan con normalidad, al haber realizado unas actuaciones de accesibilidad demasiado evidentes y especiales, y no disponer de accesibilidad desapercibida”. Además, puntualiza que: estas habitaciones accesibles deberían ser utilizadas por todas las personas y así el establecimiento las rentabilizaría el máximo posible, porque tendrían un diseño normalizado”.
Por último el arquitecto remarca que: “el sector hotelero es uno de los que necesita más mejoras para las personas con discapacidad, porque nos encontramos con multitud de espacios que no son accesibles. Por ejemplo, no hay piscinas accesibles, ni spa’s ni gimnasios, ni discotecas, zonas deportivas o de juegos, ni transporte interno, etc. ¿Por qué no podemos disfrutar como cualquier otro cliente de todos los servicios y productos ofrecidos por este establecimiento?
Barreras digitales: el otro Talón de Aquiles
El creciente desarrollo tecnológico ha permitido la proliferación de multitud de Apps y útiles que ayudan a identificar establecimientos accesibles para las personas con movilidad reducida: desde rutas turísticas hasta plazas de aparcamiento.
Sin embargo, Rovira- Beleta se mantiene crítico al respecto: “las Nuevas Tecnologías han ayudado a que la información, fluya, pero es necesario un control de calidad para que sea realmente verídica. Habitualmente, son los propios usuarios o trabajadores del establecimiento turístico los que valoran su accesibilidad, sin conocimientos específicos. Por ejemplo, no es lo mismo decir que se dispone de rampa de acceso cuando en realidad se trata de un “tobogán” debido a su pronunciada pendiente”.
Además, el arquitecto pone sobre la mesa otra carencia: los motores de búsqueda. “Las páginas de buscadores de hoteles te permiten localizar establecimientos por precios, personas, ubicación, etc… pero ninguno permite buscar habitaciones por accesibilidad, con lo que supone un verdadero quebradero de cabeza a la hora de viajar, porque debemos comprobar personalmente las condiciones de accesibilidad de todos los servicios, con el gasto económico y emocional extra que supone”.
Fuente: Fundación Adecco.