Las luchas con espadas entre caballeros se practican desde la antigüedad. Todos conocemos historias de esos duelos donde estaban en juego el honor, la familia, la lealtad, la verdad y, en la mayoría de ocasiones, la propia vida.
A pesar de que estos combates fueron prohibidos, la esgrima se continuó practicando de manera segura como deporte. Forma parte de los Juegos Olímpicos desde 1896 y de los Juegos Paralímpicos desde su año de fundación en 1960.
Hoy te invitamos a que conozcas un poco más sobre este arte de defensa y ataque.
En 1954, Sir Ludwig Guttmann introdujo la esgrima en silla de ruedas en el Hospital Stoke Mandeville. El reconocido doctor creía que este deporte contribuiría a la recuperación de los pacientes con lesiones de la médula espinal, dado que él había sido esgrimista de joven y conocía sus beneficios terapéuticos. Así pues, la esgrima pasó a formar parte oficialmente de los Juegos Internacionales Stoke Mandeville un año después.
Más gente comenzó a practicar este deporte, y las sillas de ruedas cada vez eran de materiales más livianos. Por lo tanto, se fabricaron nuevos dispositivos de sujeción para que los atletas tuvieran mayor estabilidad. Concretamente, Italia fue uno de los países que más apostó por innovar e introducir mejoras.
Cuando Ludwig Guttmann fundó los Juegos Paralímpicos en el año 1960, este fue uno de los primeros deportes que se disputó. Inicialmente, participaron nueve esgrimistas italianos: seis hombres y tres mujeres. Con su popularización, más países se sumarían a la competición internacional los próximos años.
Florete, sable o espada
El enfrentamiento sigue las reglas de la Federación Internacional de Esgrima (FIE), que han sido adecuadas para los esgrimistas en sillas de ruedas. Por ejemplo, uno de los requisitos es que la silla de ruedas no tiene que ser rígida y su altura debe ser de 53 centímetros desde el suelo hasta el riel del asiento. Asimismo, los deportistas deben ser clasificados previamente de acuerdo a su movilidad.
Los tiradores pueden escoger entre tres modalidades: florete, sable o espada. Las sillas de ruedas están ajustadas en unos marcos en el suelo y, antes de la competición, se mide la distancia entre los dos contrincantes para comprobar que pueden alcanzarse. En las primeras rondas compiten por cinco puntos, mientras que en la etapa de eliminación directa luchan por quince. Por supuesto, no se puede herir al adversario ni manipular el arma.
La IWAS Wheelchair Fencing es la federación internacional de este deporte. Determina el calendario con las competencias mundiales, el desarrollo y las reglas. Asimismo, España cuenta con la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Física (FEDDF), que gestiona la esgrima en silla de ruedas a nivel nacional. Para más información, se recomienda visitar estas páginas oficiales.
Esta disciplina deportiva ayuda a mejorar los reflejos, la coordinación, la forma física y la concentración. Cuéntanos, ¿te gustaría practicarla?
Fuentes: IWAS Wheelchair Fencing, Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Física (FEDDF), Discapnet, Sunrise Medical, Out of Nowhere Fencing, Paralímpicos, EFE Salud