El baile es inherente al ser humano. Desde el origen, la danza ha formado parte de nuestra historia: en los eventos sociales, antiguos ritos, reuniones espirituales… Es una manera de adorar la música e interpretarla con el cuerpo, una manera de expresar lo que siente el alma.
A finales del mes pasado se viralizó un vídeo de la Asociación Música para Despertar. En él se veía cómo Marta C. González Saldaña -la primera bailarina de ballet en Nueva York en los años 60- bailaba emocionada El lago de los cisnes en su silla de ruedas. Aunque tenía Alzhéimer, Marta Cinta todavía podía recordar la coreografía y la música.
Estudios científicos demuestran que el área del cerebro que aloja los recuerdos musicales es una de las que menos se daña, ya que la música está muy ligada a nuestras emociones más intensas. Por ello, nuestra mente siempre se beneficiará al cantar, bailar y escuchar las canciones que nos gustan.
Hay una famosa cita célebre que se atribuye al escritor estadounidense Edwin Denby: “Hay un poco de locura en el baile que hace a todo el mundo mucho bien”. Bailemos todos entonces.
Tipos y estilos de baile en silla de ruedas
El baile en silla de ruedas no solo es un arte, sino que se ha convertido en un deporte adaptado reconocido. La primera competición se realizó en Suecia, y el primer Campeonato del Mundo se celebró en Japón. Desde 1998 forma parte del Comité Paralímpico Internacional y está considerado una especialidad en la Federación Mundial de Baile Deportivo y la Federación Española de Baile Deportivo.
Este tipo de baile distingue entre cuatro modalidades, tal y como indica el portal informativo Disabled World:
- Baile único. Actuación en solitario de un bailarín en silla de ruedas.
- Danza en grupo. Participan varios bailarines con y sin discapacidad.
- Dúo. Bailan dos personas usuarias de sillas de ruedas.
- Combinado. Involucra a una persona con discapacidad y a otra sin discapacidad.
Asimismo, los estilos más populares son el clásico (como el vals o el tango), el libre (como el hip-hop o la danza contemporánea) y el latino (por ejemplo, la salsa y la rumba).
A nivel internacional hay numerosas compañías que forman a bailarines en esta especialidad, como la organización Dancing Wheels, que acoge a miles de estudiantes cada año en Estados Unidos, y la compañía de danza moderna Full Radius Dance, con sede en Atlanta.
La danza como una terapia para las personas con movilidad reducida
En España también se practica el baile en silla de ruedas y hay algunas escuelas que imparten esta modalidad. Así pues, compartimos un listado elaborado por Tododisca con varios sitios especializados donde se puede obtener más información: Escuela de Baile Esther Amorós, Club Buenavida, Club Ball Valles y SentDansa.
Existen asociaciones que enseñan la danza como una terapia de integración para las personas usuarias de sillas de ruedas. Este es el caso de Liant la Troca, que se encuentra en la ciudad de Granollers (Barcelona), y el proyecto artístico Ruedapiés-Moviendo Arte en Murcia.
Si quieres visitar alguna de las academias y están lejos de tu ciudad, puedes encontrar alojamientos accesibles en Omnirooms.com. Para aquellos que no pueden desplazarse por las circunstancias que ha desencadenado la pandemia, la Fundación También da clases online para que puedan aprender desde casa.
¿Y tú? ¿Te animas a bailar?
Fuentes: Dance Facts, Asociación Música para Despertar, Brain: A Journal of Neurology, Disabled World, Dancing Wheels, Full Radius Dance, Sunrise Medical, Tododisca, Fundación También, Batec Mobility
