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Quevedo reclama que se ponga freno al turismo vacacional para no acabar como Barcelona y apuesta por impulsar la ciudad galdosiana
Unas 450.000 personas se alojaron en la capital grancanaria el pasado año lo que dio lugar a un millón y medio de pernoctaciones, unas cifras que ya superan al número de residentes y que reflejan la continuidad del auge del negocio turístico, una circunstancia sobre la que hay que reflexionar, a juicio del concejal de Empleo y Turismo Pedro Quevedo, porque la actividad turística debe ser «un aliado» de la ciudad y nunca un cuerpo extraño que entorpece y amarga la vida de los vecinos, como está ocurriendo en urbes como Barcelona.
«Esta ciudad está en el momento justo de plantearse si la actividad turística es un aliado o se está convirtiendo en un competidor que amenaza con comerse la esencia que la hace singular y los intereses de los propios habitantes. Lo que es bueno para el turismo tiene que ser bueno también para la ciudadanía. Si no, es mala política. No podemos perder nuestra identidad y singularidades por el fenómeno turístico, que se alimenta de esa singularidad. No sólo se puede pensar en los números», sostuvo.
Dentro de ese fomento de la singularidad del destino y de la atracción de un turista que busque algo más que sol y playa, consideró que Las Palmas de Gran Canaria debe apostar por resaltar su carácter de ciudad galdosiana, no en vano, en ella nació Benito Pérez Galdós, el novelista más importante de España después de Cervantes.
«Tenemos la obligación de identificarnos con una ciudad galdosiana, porque es un justo reconocimiento a la suerte que tuvo la ciudad de que Galdós naciese aquí, lo mismo que hace Lisboa con Pessoa; Dublín con Joyce o Praga con Kafka. Don Benito está a la altura de estos escritores», resaltó Quevedo durante el acto de entrega de los Reconocimientos Turísticos 2018, con los que se ha querido poner en valor la labor de cuatro personas y entidades que han trabajado por la ciudad, el desarrollo turístico y también por la cultura y la investigación científica.
Es el caso de la Casa Museo Pérez Galdós, el Jardín Botánico Viera y Clavijo, el guía turístico Armando Sosa y la empresa de viajes accesibles Omnirooms. com, que informa a los turistas que tienen alguna dificultad de movilidad.
Pero, antes de entregar los premios, Quevedo advirtió también sobre la necesidad de que el Gobierno canario legisle de una vez y tanto el Cabildo como los ayuntamientos tomen medidas en relación con el alquiler vacacional, al tiempo que valoró el cambio que se ha introducido en el Régimen Económico Fiscal (REF) para cerrar la puerta a que los empresarios puedan destinar sus beneficios a dotar la Reserva Canaria de Inversiones (RIC) mediante la compra de edificios para destinarlos al alquiler vacacional.
«Eso sería», dijo, «una perversión absoluta que no queremos, porque podría provocar un daño espantoso para esta ciudad y, sobre todo, para nuestra gente joven que para alquilar un piso ya se las ven y se las desean. No se puede seguir facilitando la actividad de l alquiler vacacional».
Juli Caujapé, director del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo fue el primero en recoger el premio, que hizo extensivo a todos y cada unos de los trabajadores y equipos -desde el primer peón al último investigador- que han trabajado desde su creación en el recinto, que el pasado año, con 151.700 visitantes, se convirtió en el equipamiento cultural y turístico más visitado de la ciudad. Y es que, en palabras de Caujapé, «La flora endémica de las islas es bella y atrae al turismo a la ciudad». Ese turismo que quiere contemplar ese pequeño milagro de la «vida verde» que cada día acontece en una ladera del barranco Guiniguada.»Es esa vida», resaltó, «la que posibilita que cualquier otro tipo de vida conocida en nuestro planeta y que hay que conservar. Trabajar en un Jardín Botánico como el Viera y Clavijo es como ser alcalde de una ciudad en la que cada habitante habla una lengua diferente y cada persona tiene sus necesidades especiales».
Quevedo se refirió al Jardín como el sueño de Sventenius, el botánico sueco que lo impulsó y que dio lugar a que se haya convertido en el principal agente de la conservación e investigación de la flora endémica y de otros lugares del mundo.
La ciudad verde«El Viera y Clavijo es algo más que un jardín de cactus, flores y plantas. Es un universo vegetal que explica bien nuestra historia y que nos identifica como territorio singular de la Macaronesia y la conservacion de la laurisilva. Un escenario natural en el que asistimos cada día a una batalla constante: la batalla de las especies», destacó el concejal.
La ciudad de GaldósPor su parte, Victoria Galván, directora de la Casa-Museo Pérez Galdós, indicó que el premio «es un estímulo para seguir trabajando en pos de ofrecer todo lo relacionado con el mayor creador literario que ha dado Canarias, un autor universal para una ciudad tan cosmopolita como esta. Seguimos trabajando para que esta sea una ciudad galdosiana. Ya hay muchos trabajos en esa dirección auspiciados por el Ayuntamiento y nosotros también lo hacemos desde la Casa Museo. Nuestro sueño, además de conservar, preservar y dar a conocer el patrimonio y el legado de Galdós, es conseguir que a esta ciudad se la identifique con Galdós. Yo creo que se lo debemos y tenemos que seguir en esta línea».
Pedro Hernández, director de la empresa Omnirooms.com, ha hecho posible que un mercado potencial de 37 millones de europeos con movilidad reducida pueda tener acceso a la oferta hotelera y de otros servicios turísticos accesibles que ofrece Canarias. «Este reconocimiento es para nosotros un gran impulso al turismo accesible . El año pasado visitaron Canarias 137.00 turistas en sillas de ruedas con sus acompañantes a pasar s us vacaciones. Para nosotros es un orgullo que nuestra ciudad ponga en valor el turismo accesible», enfatizó Hernández, quien añadió que Las Palmas es una ciudad «accesible, aunque podría serlo mucho más. Las Canteras es una de las playas más accesibles de España, pero no debemos conformarnos con ello y debemos pensar que todo el mundo, antes o después, seremos mayores. Debemos hacer que la ciudad sea amigable para todos».
Y entre la ciudad de Galdós, la ciudad verde y la ciudad accesible siempre está el eslabón más importante: el guía turístico, la llave para adentrarse en ella. Cuando Armando Sosa empezó a trabajar de guía turístico, el turismo llegaba a la ciudad por el mar. Sosa empezó con 14 años como guía de muelle y reivindicó el premio para su padre, Isidro Sosa, auténtico pionero, y para todo el colectivo. «Me enseñó a amar esta isla, a esta ciudad y a hacer este trabajo», sostuvo.
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